Tenía nueve años la noche en la que Jefferson Farfán y Christian Ramos hicieron al Perú un país feliz con dos goles ante Nueva Zelanda para que la selección vuelva a un Mundial después de 36 largos años. Y diez el día que Christian Cueva falló ese bendito penal ante Dinamarca. Para Maxloren Castro, Rusia 2018 le es tan lejano que casi no recuerda a detalle. Eran días en los que soñaba con ser futbolista, jugaba de lateral en las divisiones de Sporting Cristal y no dimensionaba lo que haría ocho años después: el último viernes, en Santiago, con 17 años y 306 días, se convirtió en el debutante más joven de la Bicolor desde que lo hiciera Juan Reynoso (16 años, 31 días) en un amistoso ante China en 1986.
“Estoy muy emocionado”, señaló el joven futbolista de Cristal tras la caída 2-1 an

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