Dicen que tenía una mirada inolvidable. Con su cabello rubio, siempre corto, y su sonrisa angelical, Bibi Andersson fue la musa inspiradora del director sueco Ingmar Bergman . Y se convirtió en una estrella indiscutida del cine en toda Europa. Pero también fue amada y reconocida en la Argentina, donde tuvo la oportunidad de compartir filmaciones con grandes figuras a nivel local.
Su nombre completo era Berit Elisabet Andersson. Había nacido el 11 de noviembre de 1935, hace exactamente nueve décadas, en Kungsholmen, una localidad cercana a Estocolmo, Suecia. Era hija de Karin Mansion, una trabajadora social, y de Josef Andersson, un comerciante. Y, con apenas 15 años de edad, debutó como actriz en un comercial de artículos de limpieza dirigido por Bergman, en el que encarnaba a una pri

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