BAGDAD — Los iraquíes eligen un nuevo parlamento este martes en unas elecciones que Washington sigue de cerca, ya que ha estado presionando al gobierno para que frene la influencia del vecino Irán.
Para el ciudadano iraquí medio, la prioridad es mantener la estabilidad y el crecimiento económico que el país ha logrado con tanto esfuerzo tras casi dos décadas de ocupación estadounidense, guerra sectaria e insurgencia yihadista.
Pero las elecciones también tienen graves consecuencias geopolíticas.
La administración Trump ha insistido en que el próximo gobierno asuma la ardua tarea de desarmar al conjunto de poderosas milicias iraquíes respaldadas por Irán.
Aunque hay mucho en juego, la confianza pública en el proceso democrático iraquí es baja.
Algunas encuestas indican que estas elec

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