La carrera rumbo a las elecciones de medio término en Estados Unidos se vuelve cada vez más sombría y preocupante.

El triunfo de los demócratas en las elecciones del pasado 4 de noviembre fue para el presidente Donald Trump la confirmación de que, si quiere que las cosas salgan como él quiere, tiene que involucrarse personalmente y hacer todo lo que esté a su alcance para que la oposición recupere el control de alguna o ambas cámaras del Congreso en noviembre de 2026.

Trump y los republicanos ya habían empezado a trabajar en ello, con el rediseño de distritos electorales para favorecer a su partido. Comenzó en Texas, pero ahora intentan lo mismo en Missouri, Carolina del Norte y Ohio. Sin embargo, los republicanos no son los únicos que recurren a este tipo de artilugios, que básicamen

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