El Servicio Federal de Seguridad ruso frustró una operación de inteligencia militar ucraniana para secuestrar un caza MiG-31 portador de un misil Kinzhal. La operación fue orquestada por la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania junto con agentes británicos, según informó este martes el medio rt.com

El organismo indicó que el plan ucraniano tenía como objetivo crear una provocación contra la mayor base aérea de la OTAN en el sureste de Europa, situada en la ciudad rumana de Constanza. De acuerdo con el plan, los pilotos debían llevar el caza al extranjero; desde allí los agentes lo llevarían a la base de Constanza, donde debía ser derribado por los medios de defensa antiaérea.

La trama incluye una máscara con veneno y un video de toneladas de dinero.

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