En el vasto universo de la artesanía venezolana, pocos objetos encapsulan con tanta sencillez y profundidad la identidad del país como la tapara. Más que un simple fruto, esta esfera de corteza dura, nacida del árbol de totumo ( Crescentia cujete ), es un testimonio vivo de la resiliencia, el ingenio y la inagotable veta artística que corre por las venas de nuestra gente.

Su historia es un viaje fascinante que va desde la necesidad más básica de supervivencia hasta convertirse en un sofisticado lienzo para la expresión cultural, un símbolo tangible de nuestra herencia mestiza.

De la supervivencia al hogar: un legado ancestral

Mucho antes de la llegada de la cerámica industrial o el plástico, los pueblos originarios de Venezuela ya habían encontrado en la tapara a su más fiel aliada. D

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