«Era un chavalín» Tino Brugos cuando, a raíz de la revolución sandinista de Nicaragua, comenzó su activismo social. Lo recuerda quien ha compartido nada menos que 50 años de ese activismo, Javier Arjona . Brugos había llegado de Cantabria para estudiar Historia en la Universidad de Oviedo y ya nunca dejó Asturias, ni la historia, ni el activismo.

Inquietud intelectual, gran cultura, enorme capacidad de trabajo, firmes ideas políticas y sindicales pero flexibilidad para llegar a puntos de encuentro, activismo entusiasta, solidario, coherente... Hay opiniones unánimes entre quienes, aún en shock, buscan las palabras para despedirse de Tino Brugos, profesor, activista social, sindicalista, referente en la defensa de la escuela pública, del movimiento LGTBI y de la memoria democrática.

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