A los dos años y medio Marcela Gallego vivió quizá uno de los episodios más lamentables en la vida de un niño y por el que quedó marcada por años: el abandono paterno, un hecho que marcó su infancia y condicionó sus relaciones familiares.

La ausencia de su padre no solo significó la falta de contacto, sino también un silencio total: durante años, la actriz envió cartas mensuales sin recibir respuesta, lo que profundizó su sensación de vacío.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook .

En ese entorno, la figura de su abuela paterna se convirtió en el principal sostén emocional y económico, asumiendo la crianza de Marcela y enfrentando numerosos desafíos para garantizar su bienestar.

De acuerdo con Gallego, su abuela fue el pilar de su desarr

See Full Page