Un episodio de difícil comprensión, que por estas horas sorprende a autoridades judiciales, policiales y escolares, sucedió en un establecimiento educativo del barrio Jorge Newbery, donde un niño de 10 años fue acusado de manosear a dos alumnas de 7 años.

Una vez que a la madre de una de las niñas le llegó esa información, todo se precipitó y decenas de padres fueron hasta la Escuela N° 21, ubicada frente a la comisaría decimosegunda, a pedir explicaciones. Sucedió en el horario de salida de los alumnos, los cuales, por orden de la policía, fueron retenidos por algunos minutos para garantizar su seguridad.

En esa dinámica, algunos manifestantes cortaron el cruce de avenida Colón y calle 212, y otros, más violentos, se dirigieron a una casa de la zona de Roca y Wilde a la que vandalizaron

See Full Page