“Me parece una locura. Con ciertas previsiones el público podía estar”. Al entrenador de Pamesa Teruel, Fabián Muraco, le resultó extraño el ambiente que se vivió este martes en Los Planos, en el que debería haber sido el regreso por la puerta grande del equipo naranja a competición europea, otra fiesta del vóley continental en la ciudad. Lejos de eso, la eliminatoria ante Maccabi de Tel Aviv pasará a la historia porque habrá de jugarse a doble partido en 24 horas en casa, sin público, sin ambiente. “El deporte sin gente no tiene sentido”, dijo Muraco tras la finalización del partido.

El club hizo todo lo posible por que la ausencia de espectadores afectase lo menos posible al espectáculo, a la imagen de la entidad y de Teruel en Europa, y a la propia ambientación para los jugadores. Ello

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