Durante más de dos horas, la sala del jury contra Julieta Makintach fue escenario de uno de los momentos más tensos del proceso. La protagonista no fue la jueza, sino su amiga de toda la vida, María Lía “La Negra” Vidal , quien declaró ante el jurado en medio de una atmósfera cargada de gestos, interrupciones y miradas cómplices.

Desde el inicio, Makintach no pudo disimular la ansiedad. Mientras Vidal respondía, la jueza asentía, negaba o incluso murmuraba “sí” y “no” desde su asiento. Llegó a saltar de la silla más de una vez, en un esfuerzo por contenerse.

Las intervenciones no pasaron inadvertidas para la presidenta del jurado, Hilda Kogan , miembro de la Suprema Corte bonaerense, quien le llamó la atención en reiteradas oportunidades y le recordó que no podía hablar. “Le

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