Ciudad de México.- La detención de Jorge Antonio Sánchez Ortega, ex agente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), ha sacudido nuevamente el panorama político y judicial de México al revivir la controvertida teoría de un segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido hace 31 años. La Fiscalía General de la República (FGR) capturó a Sánchez Ortega el pasado 8 de noviembre en Tijuana, Baja California, en una operación que, aunque no ha detallado motivos específicos, se vincula directamente con el magnicidio. Esta acción ha generado optimismo en la defensa de Mario Aburto Martínez, el único condenado por el crimen, quien ve una posible vía para demostrar la inocencia de su cliente y exponer una presunta conspiración estatal.

El arresto se

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