El traslado el lunes a la nueva cárcel del Encuentro, de los primeros 300 presos, considerados “los más peligrosos” según el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa -entre los cuales se encontraba el ex vicepresidente correista, Jorge Glas- desató críticas y cuestionamientos sobre el respeto a los derechos humanos.

Ubicada en la provincia costera de Santa Elena, la prisión de máxima seguridad busca replicar el llamado “modelo (Nayib) Bukele”, en referencia a las cárceles instaladas por el presidente de El Salvador, para luchar contra el crimen organizado que azota al país desde hace varios años.

Fue construida en un entorno poco acogedor y aislado, cuenta con capacidad para 736 reclusos y sus celdas fueron diseñadas “para que los presos no puedan tener contacto ni comunicación con ninguna p

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