Eran las 15.43 de este martes cuando el anteúltimo vagón del tren Sarmiento se desprendió a la altura de Liniers. Junto a los dos coches que iban adelante, circuló a la rastra por unos 300 metros. El humo invadió la escena, mientras una joven que acababa de cruzar las vías observaba incrédula, sin entender lo que estaba pasando.
Las imágenes, registradas por una cámara de seguridad, muestran el momento exacto del descarrilamiento. Mientras pasa el anteúltimo coche, el cambio de vía se abre por causas que aún se desconocen. Eso provoca que los bogies —los conjuntos de ruedas del vagón— queden sobre vías distintas al mismo tiempo y generen un movimiento irregular hasta que la formación logra detenerse.
Desde Trenes Argentinos, empresa que depende de la Subsecretaría de Transporte de la Nac

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