El reciclaje textil es, hoy, uno de los mayores desafíos ambientales y logísticos del mundo . Aunque la moda se reinventa cada temporada, sus desechos permanecen. La mayoría de las prendas fabricadas no logra reincorporarse al circuito productivo: terminan acumuladas, incineradas o enterradas, sin un sistema preparado para recuperarlas.

La dificultad radica en la naturaleza misma del producto. Las telas modernas combinan fibras naturales y sintéticas, colorantes, adhesivos y tratamientos que impiden separarlas o reprocesarlas sin degradar su calidad. Esto convierte al reciclaje textil en un proceso complejo y costoso , que requiere tecnología, trazabilidad y una logística capaz de actuar en sentido inverso al flujo tradicional de la moda.

El impacto del “fast fashion” y la acum

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