Durante meses, decenas de migrantes venezolanos dijeron que fueron golpeados con bastones y recibieron patadas estando arrodillados, mientras estuvieron detenidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la cárcel de máxima seguridad de El Salvador. Relataron que fueron llevados a una sección llamada “la isla” como castigo por protestar. Algunos dijeron que los guardias abusaron sexualmente de ellos y otros afirmaron que la presión psicológica los llevó al borde del suicidio.

Así lo describen 40 de los 252 venezolanos que fueron deportados entre marzo y abril por el Gobierno del presidente Donald Trump y enviados a la polémica megaprisión, según un informe publicado este miércoles por las organizaciones internacionales Human Rights Watch y Cristosal.

Los testimonios recopila

See Full Page