España se consolida como uno de los puentes entre China y Europa en plena guerra arancelaria iniciada por el presidente estadounidense, Donald Trump, y una creciente tensión entre el bloque comunitario y el gigante asiático. Siguiendo los pasos de Sánchez el pasado mes de abril, el rey Felipe VI se ha reunido este miércoles con el dirigente chino Xi Jinping para estrechar las relaciones entre ambos países tras tres jornadas de encuentros bilaterales con el tejido empresarial chino. El rey ha estado acompañado de una delegación española formada por los ministros de Economía, Carlos Cuerpo, y de Exteriores, José Manuel Albares.

El viaje estaba marcado como una cita importante en el calendario, no solo por su simbolismo -han pasado 18 después desde el último viaje-, si no por su alto

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