Fue una tarde de emociones fuertes y recuerdos a cada paso. Un apellido sinónimo de Gimnasia, el camino que está iniciando como profesional con los colores que ama y una victoria imprescindible para llegar al final con chances de clasificar a la definición del torneo fueron los ejes de una emotiva charla con Nicolás Barros Schelotto, heredero del mayor crack que vistió la casaca tripera.
- Tu papá como rival, la familia, el Bosque, ¿fue una tarde soñada?
- La verdad, un sueño divino. Enfrentar a mi papá, haberle ganado, fue hermoso. El grupo se merecía el triunfo y lo pudimos sacar adelante.
- Jugaste un partido redondo. ¿Incluso pudiste manejar más la pelota en la segunda parte?
- Creo que fue un partido muy bueno de todo el grupo. El equipo jugó muy bien, agarró mucha confianza, much

Diario El Día de La Plata

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