El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en el Congreso de los Diputados, abordando una amplia gama de temas que afectan a su administración y a la política española. En un ambiente marcado por la presión de la oposición, Sánchez no eludió las preguntas sobre presunta corrupción en su entorno y los desafíos de gobernabilidad tras la ruptura anunciada por Junts.

Durante su intervención, Sánchez dirigió sus críticas principalmente hacia el Partido Popular (PP) y Vox, a los que calificó de oposición "absolutamente destructiva". Se mostró especialmente irónico al referirse a la propuesta de Alberto Núñez Feijóo sobre la revalorización de las pensiones, recordando que "ya existe" dicha revalorización, según la ministra María Jesús Montero. "¿Cómo se puede explicar que hayan votado en contra de revalorizar las pensiones?", cuestionó Sánchez, quien también criticó al PP por oponerse a la quita de deuda de las comunidades autónomas.

Sánchez defendió su gestión, afirmando que "nunca ha habido un Gobierno tan parlamentario como el que presido" y reiteró su compromiso de "tolerancia cero" contra la corrupción. Además, describió un "colapso político de la derecha tradicional" en España y Europa, instando a la celebración de elecciones en la Comunitat Valenciana.

El presidente del Gobierno advirtió que su administración estará "vigilante" ante cualquier acuerdo entre PP y Vox que busque sustituir a Carlos Mazón y mantener el Govern sin convocar elecciones anticipadas. "Sin luz y taquígrafos sobre las negociaciones entre Abascal y Feijóo, habrá que esperar al acuerdo, si lo hay", señaló, enfatizando que el Gobierno de España se asegurará de que dichos acuerdos no vulneren la legislación en materia de derechos y libertades.

Sánchez también abordó la emergencia climática, un tema que Vox ha minimizado. Afirmó que esta crisis "mata y empobrece" y criticó al PP por votar con la ultraderecha en el Parlamento Europeo contra el pacto verde.

En su discurso, el presidente no escatimó en críticas hacia líderes regionales del PP, comenzando con Juanma Moreno, a quien reprochó la crisis de los cribados en Andalucía. Recordó que hay 848.000 andaluces esperando un diagnóstico y 200.000 esperando una operación, lo que consideró "lamentable e inmoral". También destacó que el Gobierno ha transferido más de 53.800 millones de euros a la Junta desde 2018, lo que debería haber resultado en una sanidad más eficaz.

Sánchez continuó su crítica hacia Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, a quien acusó de haber convertido la región en un "paraíso" para la sanidad privada, donde "Quirón siempre gana y la mayoría de los ciudadanos siempre pierden".

El presidente concluyó su intervención afirmando que se han "acabado los regalos fiscales" y que se defenderá el Estado del Bienestar "por convicción y por patriotismo". Aseguró que podría seguir criticando la gestión del PP en todas las comunidades autónomas que gobierna, ya que se trata de un modelo de sociedad que no responde a las necesidades de la mayoría de los ciudadanos, quienes demandan servicios públicos robustos y eficaces.