Antes de comenzar la última etapa de la Regata 2025, Julián Salinas y Juan Ignacio Cáceres ya imaginaban ver sus nombres grabados en los pergaminos dorados de la icónica travesía. Pero la vieja y siempre vigente frase “la Regata se termina en Viedma” les comenzó a susurrar al oído que para quedar en la historia, primero hay que saber sufrir.
La bomba que extrae el agua del bote comenzó a fallar, el triunfo que parecía cantado se comenzó a desinflar y hubo que apelar a otras virtudes para que sueño no se esfume a manos de la dupla compuesta por Damián Pinta y Abraham Saavedra, sus rivales directos en la última Regata.
“Creo que la gran fortaleza física de Juan (Cáceres) fue clave para sobrellevar esos momentos. Además de lo que pasó en esa última etapa, yo venía medio descompuesto desde

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