El cementerio original era en la calle Perú hasta el final, hasta el arroyo. Pero allí residían los cuerpos de los muertos que menos tenían. Por fuera, aquellos que no eran dignos de poder formar parte de “La Ciudad de los Muertos”. Desde 1824 es propiedad municipal.
Costumbres como la de ofrendar flores dan cuenta de las formas de entender la muerte y nuestros vínculos con los muertos, que han ido transformándose a través de los años. Difuntos, pero hoy en día mucha gente acude también al almacén de la esquina de Gran Chaco y España para comprar bebidas y cigarrillos que llevan a sus muertos queridos. Como si los vivos tuvieran la esperanza de que ellos podrían dar una última pitada o sorbo más. Quizás, el deseo de los vivos es que los muertos puedan gozar de los placeres mundanos porq

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