La camiseta homenaje a Miguel Ángel Russo, lanzada al cielo por Boca Juniors, ha aparecido en un pequeño pueblo de Uruguay. Este emotivo gesto tuvo lugar el 18 de octubre, durante el partido entre Boca y Belgrano, el primero tras la muerte del querido entrenador. La camiseta, atada a globos, se elevó en un acto que conmovió a los hinchas en La Bombonera.

Días después, la camiseta fue encontrada en Cañada Nieto, un pueblo del departamento de Soriano, a unos 106 kilómetros en línea recta de Buenos Aires. Pepe Temperan, un periodista uruguayo, compartió la noticia en redes sociales, mostrando la camiseta intacta y los globos desinflados. “Increíble. De la Boca a Soriano, Uruguay. La remera de Miguel Russo cayó en tierras de Cañada Nieto”, escribió Temperan, junto a fotos del hallazgo.

El joven que encontró la camiseta, un productor rural, se topó con el objeto brillante mientras trabajaba en el campo. La camiseta lleva el nombre de Russo y la leyenda “1958 - ∞”, un tributo a su legado en el fútbol argentino. Cañada Nieto es una localidad pequeña, con una población de aproximadamente 421 habitantes, ubicada a 21 kilómetros al sureste de Dolores.

El homenaje a Russo en La Bombonera fue un evento significativo. Comenzó con un video que recordaba sus momentos más destacados como entrenador, seguido de aplausos y cánticos de los hinchas. El capitán del equipo, Leandro Paredes, y Claudio Úbeda, su asistente, soltaron la camiseta atada a los globos, que ascendió mientras la multitud coreaba su nombre.

La figura de Russo estuvo presente en cada detalle del día. El micro que trasladó al plantel lució un ploteo especial con su imagen y una de sus frases emblemáticas: “A Boca nunca se le puede decir que no”. Además, los hinchas colgaron pasacalles y banderas en su honor, destacando una en el palco de Juan Román Riquelme que mostraba el último abrazo entre ambos.

El tributo también se extendió a las redes sociales, donde Boca Juniors modificó su anuncio de partido para incluir a Russo. La camiseta utilizada por los jugadores en el partido también fue parte del homenaje, con la imagen de Russo levantando la Copa Libertadores de 2007 en el pecho.

La historia de Miguel Ángel Russo es notable. Tras su retiro como futbolista, se convirtió en un exitoso entrenador, logrando el ascenso con Lanús y alcanzando la gloria con Boca al ganar la Copa Libertadores. Su legado perdura en el corazón de los hinchas, y este homenaje simbólico, que llegó inesperadamente a Uruguay, es un testimonio de su impacto en el fútbol argentino.