Hace poco, los astrónomos detectaron algo que encendió nuevamente la chispa del asombro: un cuerpo proveniente de otro sistema estelar cruzando nuestro cielo. Lo llamaron 3I/ATLAS, y su paso fugaz nos recordó que el universo es mucho más grande y misterioso de lo que creemos.

Según los expertos, 3I/ATLAS viaja a una velocidad de casi 60 kilómetros por segundo. No pertenece al sistema solar. No orbita al Sol como los planetas ni proviene de las zonas más lejanas donde nacen los cometas. Es un visitante interestelar, un trozo de materia que ha viajado millones de años por el espacio antes de encontrarse, casi por casualidad, con nuestra vecindad cósmica. Su origen sigue siendo un enigma: nadie sabe de qué estrella partió ni cuánto tiempo ha vagado en el vacío.

Los científicos han descubier

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