Noviembre marca el mes justo antes de que comience el invierno y, con ello, la preparación definitiva en tu jardín para el frío. Los días más cortos, la humedad y las bajas temperaturas reducen la actividad de muchas especies, que entran en un estado de reposo antes del estallido primaveral. Pero ese aparente parón no significa abandono: es, de hecho, el momento idóneo para enriquecer el suelo y reforzar las raíces de cara a la próxima temporada.

Y una de las formas más sencillas de hacerlo puede estar justo en la cocina. Entre los residuos orgánicos que tiramos sin pensar, la cáscara de plátano se ha convertido en un inesperado aliado de los aficionados al jardín. Su composición rica en potasio, calcio, magnesio y fósforo la hace especialmente valiosa cuando las plantas necesitan ene

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