WASHINGTON — Es una historia que el líder venezolano Nicolás Maduro conoce muy bien.
Un dictador latinoamericano se escondía, rodeado de tropas estadounidenses, con música heavy metal a todo volumen durante la noche.
En diciembre de 1989, el mandato del general Manuel Noriega como dictador de Panamá llegaba a un final humillante.
Tropas estadounidenses habían invadido el país con órdenes de capturar a Noriega y llevarlo a juicio.
Terminaron rodeando su último escondite, atormentándolo durante 10 días con parlantes que reproducían a todo volumen canciones de grupos como Black Sabbath y Guns N' Roses hasta que se rindió y fue esposado.
Hoy, mientras el presidente Donald Trump considera una acción militar en Venezuela, los paralelismos entre Noriega y Maduro se vuelven cada vez m

Clarín Mundo

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