Los que no aportan a la Seguridad Social, inactivos u que trabajan “en negro” tienen una tasa de mortalidad más elevada que los que cuentan con Seguridad Social. Esto se debe a que ganan menos , viven en condiciones precarias y se desempeñan en condiciones laborales más inestables que los formales, y sin cobertura de obra social.

La tasa de mortalidad de los que no aportan a la Seguridad Social es de 4,5 por mil versus 1,7 mil de los aportantes, dos veces y media superior. Y esa relación podría revertirse, pero eso implicaría mejorar sus ingresos porque ayuda a reducir la mortalidad.

Así lo asegura un estudio de la ANSeS . “Entre los hallazgos principales del estudio, la condición de aportante previsional funciona como un factor protector ante el riesgo de muerte", dice el t

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