El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado su descontento este miércoles hacia su socio de coalición, Sumar, durante una sesión en el Pleno del Congreso de los Diputados. En un tono inusualmente firme, Sánchez acusó a la formación liderada por Yolanda Díaz de tener una estrategia política “difícil de entender”. La tensión surgió tras la intervención de la portavoz de Sumar, Verónica Barbero, quien criticó al presidente por no presentar anuncios concretos en materia de vivienda. Barbero instó a Sánchez a implementar medidas “tangibles” en lugar de lo que consideró una mera “resistencia” del Ejecutivo. Barbero enfatizó que la ciudadanía espera una “ofensiva real y ambiciosa” en políticas de vivienda, y no solo declaraciones. Durante su intervención, advirtió que “no puede haber ni una sola duda ni una tentación de no enfadar a los fondos buitre”, subrayando la necesidad de un Gobierno “osado e innovador” en este ámbito. La diputada también exigió al presidente que mantenga el calendario de cierre de las centrales nucleares, en respuesta a una enmienda del Partido Popular en el Senado que busca derogar dicho cronograma. “La ciudadanía no entendería que el Gobierno cediera en este punto”, afirmó, haciendo hincapié en la importancia de los compromisos medioambientales. Sánchez, visiblemente contrariado, respondió con un gesto serio y una “acotación” que hizo hincapié en que el “juego” de “parecer que no se está en el Gobierno, pero sí estar en el Gobierno” no es sostenible. Recordó que Sumar es parte del Ejecutivo y que las críticas a los ministerios socialistas no ayudan al propósito común del Gobierno de coalición. “Si quieren criticar al Gobierno, a todos los departamentos que dirige el PSOE, pueden hacerlo, por supuesto. Pero imagínese si nosotros hiciéramos lo mismo con los ministros y ministras de Sumar”, replicó Sánchez, refiriéndose a las carteras de Trabajo, Sanidad o Cultura. El tono del presidente sorprendió a muchos en el hemiciclo, que estaban acostumbrados a intercambios más moderados con su socio de coalición. “Nosotros tenemos muy claro cuál es el interés general y el propósito común de este Gobierno progresista”, concluyó Sánchez, enviando una clara advertencia a Sumar. Por su parte, el grupo plurinacional defiende que su postura no es de confrontación, sino de “exigencia constructiva” hacia un Gobierno que, según ellos, debe ser “más valiente” en la ejecución de sus compromisos progresistas. Este debate sobre vivienda ha puesto de manifiesto las dificultades de convivencia dentro de la coalición y las diferentes sensibilidades que la componen.