Por años, Armando Benedetti ha pasado por la política y la función pública sin enfrentar consecuencias reales por su carácter explosivo y sus ataques verbales , especialmente contra mujeres. Su estilo confrontativo se ha vuelto parte de su marca personal. Ofende, provoca, se victimiza y sigue adelante como si nada. Sin embargo, esta vez su último exabrupto podría marcar un punto de quiebre.

El ministro de Interior desató una nueva tormenta al llamar “loca, demente y delincuente” a la magistrada de la Corte Suprema Cristina Lombana , luego de que esta ordenara una inspección judicial en una de sus mansiones en Barranquilla. Esa conducta, amparada en su habitual desparpajo, podría acarrearle una sanción disciplinaria grave o incluso una suspensión del cargo , de acuerdo con las no

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