Durante siglos, los cielos han sido testigos de los arrebatos del Sol, pero este miércoles se podría ver uno de los más intensos en lo que va de ciclo solar. Una poderosa tormenta geomagnética, nacida del violento pulso de una región solar particularmente inestable, amenaza con desplegar auroras boreales tanto al sur como al norte de California y Alabama.

Este fenómeno no es solo un espectáculo celeste: también es una advertencia de lo que ocurre cuando la furia solar alcanza la Tierra. La fuente de esta agitación se encuentra en la región activa 4274 (AR4274), un área del Sol que en los últimos días ha lanzado al espacio múltiples llamaradas solares, una de las cuales se cuenta ya entre las más intensas de este ciclo solar.

Tras esa llamarada llegó una eyección de masa coronal (CME, por

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