La nevera es uno de los electrodomésticos que más se utiliza a diario y, con el tiempo, puede acumular humedad y olores procedentes de los alimentos. Quesos, embutidos, frutas o envases abiertos dejan un rastro que se adhiere a las paredes interiores y resulta difícil de eliminar, incluso después de una limpieza a fondo.

Mantener un ambiente fresco dentro del aparato no solo mejora la sensación de limpieza, sino que también ayuda a conservar mejor los productos. En ese contexto, se ha popularizado un truco doméstico por su sencillez y eficacia: colocar uno o varios corchos dentro de la nevera.

Este sencillo gesto puede contribuir a absorber parte de la humedad y reducir los malos olores, logrando que los alimentos se mantengan frescos durante más tiempo. El corcho, gracias a su natur

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