OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, anunció una actualización clave en sus políticas de uso: el popular chatbot ya no podrá brindar asesoramiento personalizado en áreas que requieren habilitación profesional, como medicina, derecho o finanzas. La medida, implementada el 29 de octubre de 2025, busca reforzar la seguridad de los usuarios y evitar el uso indebido de la inteligencia artificial en decisiones de alto riesgo.

Según la nueva normativa, ChatGPT podrá seguir ofreciendo información general sobre salud, leyes o economía, pero no podrá emitir diagnósticos, sugerir tratamientos, redactar documentos legales ni recomendar inversiones específicas. “No permitimos que se utilice la aplicación para interferir con el acceso a servicios críticos”, señala el nuevo texto de los términos de uso

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