Mientras el mundo celebra los avances de la inteligencia artificial (IA), una pregunta empieza a ganar protagonismo en las mesas de discusión energética: ¿de dónde saldrá toda la electricidad que necesita esta revolución digital?

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), los centros de datos —la columna vertebral de la IA— podrían consumir entre 90 y 125 gigavatios (GW) adicionales de energía hacia 2030 .

Para dimensionar el impacto, esa cifra equivale a toda la capacidad eléctrica instalada de España.

La energía, por tanto, se ha convertido en el nuevo eje de poder tecnológico . En un contexto en el que los países compiten por desarrollar modelos más potentes y eficientes, la disponibilidad de electricidad será decisiva para definir el liderazgo global en IA .

Puede

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