"¿Qué me pongo?" es la primera pregunta que asalta a una mujer cuando recibe una invitación a una fiesta . La segunda: "¿cuándo me lo voy a volver a poner?".

Atenta a esto, Marcela Bruno, que desde sus 17 años se dedica a la venta de indumentaria, entendió que era necesario ofrecer un servicio acorde a estos interrogantes. "Los negocios se hacen escuchando", afirma la creadora de Donatella , una casa de vestidos de fiesta donde las prendas no solo se pueden adquirir sino que también se pueden alquilar.

El proyecto surgió de forma intuitiva en su local de Devoto hace cinco años, cuando comenzó a detectar una demanda manifiesta entre sus clientas que la llevó a ir mutando de rubro de forma paulatina. Hoy cuenta con cinco sucursales, una de ellas en Del Viso (Av. 12 de Octubre 159

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