Se conmemoran cuatro décadas desde la erupción del Nevado del Ruiz, ocurrida la noche del 13 de noviembre de 1985. Sin embargo, al otro lado del volcán, en el departamento de Caldas, otra tragedia silenciosa se extendía por las riberas del río Chinchiná, donde más de 5.000 personas (entre ellas recolectores de café) también perdieron la vida como consecuencia de la avalancha.
En ese entonces, el municipio de Chinchiná vivía una de sus temporadas más activas de cosecha cafetera. A la zona llegaban cerca de 20.000 recolectores de diferentes regiones del país, contratados para las fincas de la región.
Muchos de ellos descansaban en viviendas improvisadas y campamentos ubicados en zonas bajas, justo en el trayecto que tomó la corriente de lodo, ceniza y piedra.
Un mes antes, habían descarta

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