Visiblemente afectada, Marta Pitalua, madre del mecánico Jadier Molina (34), asesinado en Naiguatá el pasado 5 de octubre de un tiro en el cuello, pide que se haga justicia y que su muerte no quede impune.

“A mi hijo lo mató Vicente Pestano, funcionario de la Policía Nacional Bolivariana, quien sacó su pistola y le disparó a quemarropa”.

Indicó que por el caso hay cuatro detenidos, pero aún falta una mujer. “Ella fue la acusadora, la que llamó a unos hombres para que golpearan a mi hijo”.

“Todo comenzó por un choque, donde estaban involucrados el PNB y un funcionario del CICPC. Jadier venía manejando el carro de una amiga y se paró para ver lo que pasaba. Allí comenzó una discusión que desgraciadamente terminó con la vida de mi hijo, que no tenía nada que ver con el accidente”.

Resaltó

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