El Gobierno de Chile expresó este miércoles su «profunda preocupación ante el despliegue de operaciones militares de gran escala en el Caribe».

Donde el mayor portaaviones de EE.UU. y del mundo, el USS Gerald R. Ford, se sumó en la víspera al resto de tropas del país norteamericano en la zona.

En un comunicado, en el cual no menciona ningún país, la Cancillería chilena rechazó «toda acción armada que ponga en riesgo la estabilidad y la paz» en la región latinoamericana.

Reafirmó su «compromiso con el derecho internacional, el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados, la solución pacífica de las controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza, y el respeto a los derechos humanos como principios esenciales de la convivencia entre naciones».

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