El 11 de noviembre, Valeria Mazza celebró la 18° edición de su gala solidaria en el Palacio Duhau–Park Hyatt de Buenos Aires. Acompañada por su esposo, Alejandro Gravier, y sus hijos, la exmodelo organizó un evento a beneficio del Departamento Materno Infantil del Hospital Universitario Austral. A pesar de la lluvia y el descenso de temperatura, la ceremonia se llevó a cabo con gran éxito, reuniendo a numerosas personalidades del espectáculo y la moda.

Valeria Mazza deslumbró con un vestido de La Maison Malne en tonos rojizos y naranjas, inspirado en el folclore español. El diseño, de un solo hombro y adornado con flores, contaba con volados laterales y una elegante cola. Alejandro Gravier optó por un look clásico con una camisa blanca, blazer y pantalón negro. Sus hijos, Tiziano y Balthazar, lucieron trajes negros, mientras que Benicio se destacó con un conjunto azul. Taína, la hija menor, brilló con un vestido strapless rosado que combinaba un corset con una falda de corte princesa.

Entre los invitados destacados se encontraba Mirtha Legrand, quien lució un elegante conjunto de falda negra y blusa con detalles de puntilla. Carolina "Pampita" Ardohain también asistió, vistiendo un vestido de satén champagne con un aire vintage. La gala reunió a figuras del mundo político y empresarial, incluyendo a la vicejefa de Gobierno de Buenos Aires, Clara Muzzio, y el Presidente del Banco Ciudad, Guillermo Laje.

Valeria Mazza expresó su agradecimiento a los asistentes, destacando: "Estoy muy agradecida con quienes nos apoyan gala tras gala, sin ellos no sería posible alcanzar cada objetivo que nos proponemos". La recaudación de la noche se destinará a equipar el centro médico con tecnología de neuromonitoreo multimodal, reafirmando el compromiso de Mazza con la causa.

La gala no solo fue un evento de recaudación, sino también una celebración del estilo y la solidaridad, con tres generaciones de mujeres de la familia Mazza brillando juntas en la pasarela de la moda. La madre de Valeria, Mónica Ferreira, y su hija Taína, también se lucieron con elegantes vestidos en tonos rojo y rosa, mostrando que el buen gusto es un legado familiar.