El Barça sobrevivió este miércoles en el SAP Garden de Múnich, donde derrotó al Bayern (74-75) en un partido en el que fue superior en la primera mitad y resistió la reacción en la segunda parte del equipo bávaro, que perdonó el empate en un tiro libre fallado por el base Spencer Dinwiddie a un segundo del final.

En el estreno del interino Òscar Orellana al frente del banquillo catalán, que espera un nuevo dueño tras el cese de Joan Peñarroya mientras las negociaciones con Xavi Pascual continúan, el conjunto azulgrana logró una victoria de carácter contra un rival directo, que le mantiene en la parte alta de la Euroliga.

Poco se pareció este Barça al que había perdido los últimos tres partidos: saltó con las ideas más claras en ataque y mejoró atrás, a excepción de un bajón tras el

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