La imagen de la pequeña Omayra Sánchez sepultada por el lodo y condenada a morir en Armero tras la erupción del Nevado del Ruiz hace 40 años se quedó grabada en el subconsciente colectivo de toda una generación y sobre todo en la memoria de dos periodistas que cubrieron la tragedia.

La historia de Omayra traspasó fronteras gracias a la cámara del reportero de Televisión Española (TVE) Evaristo Canete, que estuvo varias horas grabando a la niña y hablando con ella, y al periodista de EFE Emilio Crespo, que la vio morir.

Los dos profesionales, ahora jubilados y con amplia experiencia en la cobertura de conflictos en varios países, recuerdan en conversación con EFE los potentes ojos de Omayra y la "fuerza" que demostró con apenas 13 años.

La tragedia de Armero, que dejó unos 23.000 mu

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