Hace veinte años se puso en marcha el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). Este es un gran aniversario para la ciencia y para Catalunya que hay que celebrar, como se hizo oficialmente ayer. Desde su fundación, y durante sus veinte años de historia, ha supuesto un pilar fundamental tanto para el desarrollo tecnológico del país como para la ciencia internacional, ya que se ha consolidado como uno de los centros líderes de supercomputación de Europa. Se trata de una iniciativa singular que, además, ha colocado a Barcelona y Catalunya en el mapa ­mundial de la computación de alto rendimiento. En este ­sentido, es un símbolo de la apuesta colectiva por la innovación, en un ecosistema tecnológico que día tras día se afianza entre nosotros.

Hay que recon

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