Greenpeace insta a las y los delegados en Belém

a garantizar que la COP30 resulte en un plan global histórico para poner fin a la destrucción de

los bosques y cerrar urgentemente la brecha de ambición para mantener el aumento de las

temperatura promedio global por debajo de los 1,5 °C, alineada con el Acuerdo de París.

“Esta COP30 en Belém debe convertirse en un punto de inflexión para la acción

climática. No basta con promesas, es hora de implementación: necesitamos un

compromiso mundial y vinculante que ponga fin a la destrucción de los bosques, asegure

el financiamiento directo a los pueblos que los protegen y trace una hoja de ruta clara

hacia la salida de combustibles fósiles. Este es el momento para movernos de las

palabras a los hechos. Colombia debe estar en el centro de l

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