Carlos Alcaraz ha cumplido el primero de los dos objetivos que se marcó al llegar a Turín: acabar la temporada como número uno del mundo. En realidad, era una meta que tenía desde que arrancó el curso en el Open de Australia, pero no hablaba mucho de ella porque el camino era largo. Se fue acercando a él, y en la última cita, sin contar la Copa Davis, necesitaba tres victorias en las ATP Finals y las ha conseguido en la round robin o fase de grupos. La última fue contra el italiano Lorenzo Musetti (6-4 y 6-1) , en un encuentro en el que no se jugaba la clasificación, pues ya la tenía matemáticamente desde por la tarde, por el triunfo de De Miñaur ante Fritz (7-6 [7/3] y 6-3). El australiano le hizo un pequeño favor, pero la recompensa que obtuvo fue enorme, ya que con la victoria de Car

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