El caso estalló en un recreo de la Escuela Primaria N°21 del barrio Jorge Newbery, en Mar del Plata. Un nene de 10 años fue acusado de tocar a dos compañeras de 7. Las familias de las presuntas víctimas exigieron respuestas y, en cuestión de horas, la protesta escaló hasta volverse incontrolable. Esa misma noche, un grupo de padres fue hasta la casa del denunciado y la incendió. Adentro estaban él, su madre y sus dos hermanas. Alcanzaron a salir. El perro del hogar murió entre las llamas. El episodio, que dejó a la familia sin nada y con su mascota fallecida expuso una tensión cada vez más visible: la del enojo social frente a los conflictos infantiles, la del impulso de castigar antes de comprender.

¿Cómo se habla de abuso cuando el acusado también es un niño? ¿Qué lugar ocupan los adu

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