A veces, los objetos parecen tener vida propia: un vaso se cae sin explicación, una lámpara deja de funcionar, un espejo se quiebra o una puerta comienza a trabarse de repente. Para el Feng Shui , nada de eso es casual. Cada elemento dentro del hogar es un canal de energía, y cuando se rompe o deja de cumplir su función, puede estar reflejando un desequilibrio en el flujo del Chi (energía vital) o incluso un cambio importante que está por llegar.

La tradición del Feng Shui sostiene que la casa no solo es un espacio físico, sino una extensión de quien la habita. Por eso, los desperfectos, roturas o fallas pueden leerse como mensajes simbólicos sobre estados emocionales, bloqueos o transformaciones personales.

Cuando los objetos “hablan”: energía en movimiento

En Feng Shui , todo

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