Para muchos, un facón es un cuchillo, ni más ni menos. Pero para los que llevan la patria al hombro, se trata de un elemento material que penetra de alguna manera lo trascendente, tanto por la profundidad histórica como por el valor emocional que toma sentido según las manos de quien lo porte.

Daiana Barroso es una joven de San Luis, estudiante del Profesorado de Enseñanza Primaria, que tiene campo en el Durazno Alto. Desde siempre, asiste a eventos tradicionalistas y luce con orgullo pilchas y recados que eran de su abuelo. Un cuchillo lleno de historia, justamente, la mantenía cerca de él en cada encuentro gaucho. Recientemente lo perdió y pide ayuda para encontrarlo. Ofrece recompensa.

El facón, en las "manitos" del hijo de una amiga de Daiana. Foto: gentileza.

El momento en que lo e

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