Por Noreena Hertz, Project Syndicate.

LONDRES- En 1986, “Anne” -una empleada administrativa- ve cómo una computadora IBM aterriza en su escritorio. En menos de un año, se queda sin trabajo. Cuatro décadas después, “Natalie” -una gestora de redes sociales- observa cómo ChatGPT redacta las publicaciones que venía escribiendo ella. Pero su salida podría llegar incluso antes que la de Anne.

Sin embargo, los autores del informe, y la cobertura mediática posterior, parecen haber pasado por alto algo crucial: la disrupción que se avecina no será neutral en cuanto al género. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS por su sigla en inglés), las mujeres representan la mayoría de los trabajadores en aproximadamente el 60% de las ocupaciones enumeradas.

Si bien la IA busc

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