El dolor y el respeto hacia una de las más grandes figuras de la historia del flamenco han marcado el adiós que cientos de malagueños han querido darle en su capilla ardiente al cantaor Antonio Fernández Díaz , Fosforito , fallecido este jueves a los 93 años.

Pocos minutos antes de la apertura de la capilla ardiente a las cinco de la tarde, a las puertas del Ayuntamiento de Málaga su hijo Alejandro intentaba asumir la inesperada pérdida y destacaba a EFE las "ganas de vivir" que su padre ha tenido hasta el último momento.

Fue intervenido quirúrgicamente hace un mes en una válvula cardíaca , tras la operación había recuperado gran parte de la energía perdida antes, y hace solo un par de días todavía disfrutaba de una de sus aficiones, el dominó, pero una infección obligó a

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