El expresidente colombiano Álvaro Uribe ha presentado una querella contra Salvatore Mancuso, exparamilitar extraditado y actual gestor de paz. Esta acción legal surge tras los señalamientos que Mancuso realizó en la Justicia Especial para la Paz (JEP) y en un comunicado, donde implicó a Uribe en actividades de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), grupo que él mismo comandó. Mancuso, en su primera declaración ante la Fiscalía, expresó su disposición a conciliar y disculparse con Uribe por las acusaciones que hizo sin pruebas. "En consecuencia, manifiesto que no me consta que el doctor Álvaro Uribe Vélez hubiera participado en la lamentable acción criminal perpetrada por las AUC que acabó con la vida del señor Eudaldo León Díaz, exalcalde del municipio del Roble", afirmó Mancuso en su propuesta de conciliación. La propuesta de Mancuso fue presentada a la Fiscalía, que ahora revisará si cumple con los requisitos legales y si puede reparar el daño causado a Uribe. En su escrito, Mancuso también se disculpó de manera directa: "De manera franca, respetuosa y sin ambigüedad, presento disculpas al doctor Álvaro Uribe Vélez si alguno de los apartes de mi comunicado o declaraciones le produjo malestar, incomodidad personal o considera afectado su buen nombre". La Fiscalía ha programado una diligencia para el próximo 4 de diciembre, donde se evaluará la legalidad de la conciliación propuesta por Mancuso. En su documento, el exparamilitar reafirmó su compromiso con la verdad judicial, indicando que no tiene constancia de la participación de Uribe en los hechos criminales relacionados con la querella. A pesar de sus disculpas, Mancuso ha insinuado que sus declaraciones en la JEP y en su comunicado fueron respuestas a otros señalamientos, lo que complica la interpretación de su arrepentimiento. La situación sigue siendo tensa, y la resolución de este caso podría tener implicaciones significativas en el contexto político y judicial de Colombia.