La lechuga es una de las verduras más difíciles de conservar en la heladera: basta con dejarla unos días para que se marchite, se ponga babosa o que aparezca el moho. Sin embargo, existe un método que permite mantenerla fresca y crocante hasta 14 días , al evitar el desperdicio y ahorrar dinero en la compra semanal.

El secreto está en controlar la humedad y la ventilación del envase donde se guarda. Así lo aseguran especialistas del Postharvest Technology Center de la Universidad de California, Davis , que estudiaron cómo prolongar la vida útil de las hojas verdes.

Paso a paso: cómo guardar la lechuga para que dure más

El primer paso es lavar bien las hojas con agua fría . Esto elimina tierra y microorganismos. Si querés desinfectar mejor, podés agregar una cucharada d

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