El 90% de las tierras de comunidades campesinas carecen de georreferenciación, advierten organizaciones, mientras la deforestación minera en Madre de Dios supera las 135.000 hectáreas en 2025. El avance de la minería formal, informal e ilegal ha colocado a buena parte de los territorios de las comunidades campesinas de Perú bajo control ajeno, situación que se refleja con especial gravedad en la provincia de Espinar, donde cerca del 90% de las tierras comunales no cuenta con georreferenciación.

El caso expone la profunda desigualdad en la seguridad jurídica de la tierra en Cusco y en el ámbito nacional, afectando el derecho de los pueblos indígenas a la protección de su territorio.Alejandro Diez, investigador del Centro de Investigaciones Sociológicas, Económicas, Políticas y Antropológic

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